EXCESO DE CONOCIMIENTO*
Era como una esponja. Absorbente. En su mente se plasmaba el mundo, irremediablemente, fijo e inamovible.
Lo veía todo, lo sabía todo, lo sentía todo.
La cabeza le estallaba, el dolor la cegaba. No podía soportar la falta de misterio y de esperanza. Era incapaz de descubrir lo que él le iba ofreciendo.
Perdió el juicio, la razón y la trágica visión de conjunto la anuló.
Entonces lo tuvo claro, la muerte era la única sensación desconocida para ella. “Le mataré y buscaré un buen bufete”, pensó.
Mientras, él le sonreía tras la ventanilla del monovolumen.
* Mis primeros pinitos. Lo envié a un Concurso de Microrrelatos. No lo seleccionaron. Es una de las ventajas de los blogs. Yo me lo guiso, yo me lo como.
4 comentarios
ALMU -
Juan -
En cuanto a imaginarme a Patricia Conde fea, tengo imaginación, pero no tanta. De todos modos creo que el estereotipo que identifica belleza/tontuna, fealdad/inteligencia, se aplica a ambos sexos (léase Darek, etc).
ALMU -
Claro que podría cambiar el sentido de mi relato si le cambio el sexo. POr supuesto que lo había pensado. Pero esta situación es diferente, no retrato la desigualdad, ni la posesión, ni la humillación. Es un ejercicio de qué puede pensar quien lo piensa todo, qué puede querer quién ya no le queda nada por saber. No hay ilusión, ni esperanza, ni sorpresa, ni misterio.... Es diferente la historia, y he querido que la protagonizara una mujer.....
Me ha gustado tu comentario. Haz una vez el ejercicio imaginativo de cambiar las cosas que ves en la tele. Imagínate al Dani Martín, cañón, y en el rol de tonto Patricia Conde fea pero inteligente....
Juan -